4. EXPLICA EN QUÉ CONSISTE LA INTELIGENCIA, SUS VARIACIONES Y QUÉ RELACIÓN HAY CON LA MEMORIA, LA MOTIVACIÓN Y LA EXPERIENCIA.
La inteligencia es la capacidad que tiene una persona para aprender.
Cattell (1971) distingue entre inteligencia fluida y cristalizada. La inteligencia fluida está relacionada con estructuras del sistema nervioso, con el desarrollo fisiológico mientras que la inteligencia cristalizada lo está con las habilidades de la propia cultura. Desde mi punto de vista, y según mis conocimientos, la inteligencia fluida hace referencia a las habilidades y facultades que una persona tiene para aprender según sus capacidades fisiológicas, mientras que la inteligencia cristalizada está relacionada con la propia experiencia de las personas, son conocimientos que las personas van adquiriendo a lo largo de la vida, por esta razón las personas adultas tiene más desarrollada esta última inteligencia. Pues, las pruebas psicométricas demuestran que con el envejecimiento, se produce un declive de la inteligencia fluida y un incremento de la cristalizada, ya que, a esta edad se suelen perder habilidades para aprender, sin embargo, la experiencia adquiere una importancia considerable.
A lo largo del tiempo se han hecho varias investigaciones sobre la inteligencia en la etapa adulta. Se distinguen dos tipos de estudios, los de carácter longitudinal (se llevan a cabo con los mismos adultos a lo largo de su ciclo vital), éstos han demostrado que la capacidad mental se mantiene estable sin que se produzcan apenas pérdidas importantes hasta edades muy avanzadas. Por otro lado, también se han llevado a cabo estudios transversales (adultos de diferentes edades y con distintas influencias educativas, estos estudios revelan resultados opuestos, es decir, la capacidad mental no se mantiene estable produciéndose pérdidas importantes.
En la inteligencia influyen otros factores de aprendizaje como son la memoria, la motivación y la experiencia, a continuación vamos a ver la relación que tienen con la inteligencia.
MEMORIA.
La memoria se puede definir como la capacidad para evocar información o procesos previamente aprendidos. Supone: recepción de datos, codificación de los mismos, almacenamiento y recuperación cuando se requiere. Es un proceso activo, pues no sólo se trata de un proceso en el que se guarda simplemente la información, sino que supone un cambio y se ordena según la experiencia.
La memoria desempeña un papel determinante en el aprendizaje, pues éste se produce cuando los conocimientos que llegan al sujeto han sido asimilados y almacenados pudiendo evocarse en las situaciones en las que se requiera.
Entre la memoria y la inteligencia existe relación, pues los dos constituyen factores de aprendizaje. Estos dos tipos de factores, desde mi punto de vista, no están correlacionados, pues una persona que tenga la inteligencia desarrollada no tiene por qué tener gran capacidad memorística.
MOTIVACIÓN.
La motivación se define como aquel estado o disposición del individuo que lo inclina a cierto comportamiento o a la consecución de determinadas metas. (Jiménez 1994). La motivación que aprende el ser humano está en continua reorganización y presenta matices y manifestaciones muy diferentes, en función del aprendizaje y la estructura personal del sujeto, así como las condiciones del ambiente.
La mayoría de las teorías sobre la motivación contemplan el concepto de necesidad. Se entiende por necesidad la discrepancia existente entre la situación real y la deseada, susceptible de ser eliminada o reducida. Por ejemplo, en el caso de la población adulta la motivación para aprender está interrelacionada con la satisfacción de las necesidades, pues se hace patente cuando existe una necesidad insatisfecha. Por ejemplo, cuando una persona adulta piensa que en su pasado no tuvo la oportunidad de aprender porque no existía escolarización y es analfabeto/a, por tanto sabe leer ni escribir, siente la necesidad de aprender a escribir porque no puede firman los documentos necesarios para hacer una tramitación. En este caso esta persona necesita aprender para cubrir la carencia de la lectura. Como este existen otros muchos casos en los que la motivación está interrelacionada con el concepto de necesidad.
Siguiendo con las personas adultas, éstas tienen diversas dificultades para emprender una actividad formativa, como la falta de tiempo, la fatiga o las responsabilidades que tiene, pero si está motivado/da será más capaz de superarlas. Por ejemplo, las personas mayores tienen más dificultad para aprender que un adolescente que esté inmerso en la vida educativa, pero si dicha persona se motiva, se anima a ella misma y piensa que aprender a esa edad es ventajoso, logrará con crecer sus objetivos relacionados con el aprendizaje.
Otro aspecto importante a resaltar en cuanto a este factor de aprendizaje es que la motivación puede ser intrínseca o extrínseca. La primera hace referencia a factores propios de la persona, motivos internos de la propia persona que realiza la acción, por ejemplo destacan como motivos internos la satisfacción personal, la mejor adaptación a los cambios sociales, mayor seguridad en su medio personal, familiar y profesional. Mientras que la motivación extrínseca hace referencia a factores del ambiente, del contexto, del grupo social de una persona… factores externos a la persona que realiza la acción. Entre estos destacan, la promoción social, por ejemplo una persona que le gusta vestir “a la moda” está motivada por factores externos, propios de la cultura en la que vive. Aunque todos los factores son importantes, tanto los externos como los internos, pues constituyen fuentes importantes de motivación. Con relación a su incidencia educativa, hay que anotar que las motivaciones intrínsecas afectan más directamente a la metodología, por ejemplo, la participación en la planificación del proceso formativo, la estimulación mutua. Los motivos extrínsecos se centran en el contenido de los programas y en su funcionalidad.
Una frase importante en relación a este tema “APRENDEMOS EN LA MEDIDA EN QUE ESTAMOS MOTIVADOS”.
La relación que existe entre la inteligencia y la motivación es la misma que anteriormente, pues, junto con la inteligencia, la memoria y la experiencia, la motivación constituye un factor de aprendizaje. Aunque de nuevo llego a la conclusión de que la motivación y la inteligencia no están íntimamente relacionadas, pues no por tener menor inteligencia se tiene menor motivación y viceversa, hay muchos factores que influyen en esta dicotomía.
EXPERIENCIA.
La experiencia según García Carrasco (1991) se trata de un proceso continuo compuesto de hechos y datos que provocan estados emocionales y constructos mentales que afectan a la personalidad y al comportamiento de todo sujeto.
La experiencia forma parte inherente de la persona y se considera un rasgo esencial de la adultez, pues el mayor tiempo trascurrido hace que sea más amplia, rica y diversa que en periodos cronológicos anteriores.
La experiencia es la fuente natural del conocimiento y la forma en que, el ser humano consiguiendo nuevas competencias, actitudes y saberes fruto de sus interrelaciones con el ambiente.
Desde el ámbito educativo hay que hacer hincapié en los conocimientos, aptitudes y habilidades adquiridos a los largo de la vida a través de contextos de educación formal, no formal e informal. La experiencia comprende un eficaz recurso pedagógico.
Los rasgos propios de la experiencia son:
· Fuente natural del conocimiento.
· Proceso compuesto de hechos y datos que provoca estados emocionales y constructos mentales que afectan a la personalidad y al comportamiento.
· Patrimonio personal fuertemente arraigado en relación con el aprendizaje.
· Fuente y recurso para aprender.
· Carácter bipolar, esto se refleja en que por una parte se afirma que cuantas más vivencias haya tenido el sujeto, mayor grado de flexibilidad intelectual y de adaptación posee; y por otro lado se sostiene que la experiencia acumulada genera cierta rigidez intelectual para la resolución de problemas.
· Está estrechamente vinculado con la motivación y la transferencia.
Como conclusión, la inteligencia, la memoria, la motivación y la experiencia están muy interrelacionados, pues los tres constituyen procesos de aprendizaje y son esenciales para que se produzca éste. Además están muy vinculados porque desde mi punto de vista, si una persona está motivada por aprender cualquier cosa, es inteligente y posee una buena memoria, este aprendizaje será más eficaz y rápido. La experiencia también influirá en este aprendizaje.
La inteligencia es la capacidad que tiene una persona para aprender.
Cattell (1971) distingue entre inteligencia fluida y cristalizada. La inteligencia fluida está relacionada con estructuras del sistema nervioso, con el desarrollo fisiológico mientras que la inteligencia cristalizada lo está con las habilidades de la propia cultura. Desde mi punto de vista, y según mis conocimientos, la inteligencia fluida hace referencia a las habilidades y facultades que una persona tiene para aprender según sus capacidades fisiológicas, mientras que la inteligencia cristalizada está relacionada con la propia experiencia de las personas, son conocimientos que las personas van adquiriendo a lo largo de la vida, por esta razón las personas adultas tiene más desarrollada esta última inteligencia. Pues, las pruebas psicométricas demuestran que con el envejecimiento, se produce un declive de la inteligencia fluida y un incremento de la cristalizada, ya que, a esta edad se suelen perder habilidades para aprender, sin embargo, la experiencia adquiere una importancia considerable.
A lo largo del tiempo se han hecho varias investigaciones sobre la inteligencia en la etapa adulta. Se distinguen dos tipos de estudios, los de carácter longitudinal (se llevan a cabo con los mismos adultos a lo largo de su ciclo vital), éstos han demostrado que la capacidad mental se mantiene estable sin que se produzcan apenas pérdidas importantes hasta edades muy avanzadas. Por otro lado, también se han llevado a cabo estudios transversales (adultos de diferentes edades y con distintas influencias educativas, estos estudios revelan resultados opuestos, es decir, la capacidad mental no se mantiene estable produciéndose pérdidas importantes.
En la inteligencia influyen otros factores de aprendizaje como son la memoria, la motivación y la experiencia, a continuación vamos a ver la relación que tienen con la inteligencia.
MEMORIA.
La memoria se puede definir como la capacidad para evocar información o procesos previamente aprendidos. Supone: recepción de datos, codificación de los mismos, almacenamiento y recuperación cuando se requiere. Es un proceso activo, pues no sólo se trata de un proceso en el que se guarda simplemente la información, sino que supone un cambio y se ordena según la experiencia.
La memoria desempeña un papel determinante en el aprendizaje, pues éste se produce cuando los conocimientos que llegan al sujeto han sido asimilados y almacenados pudiendo evocarse en las situaciones en las que se requiera.
Entre la memoria y la inteligencia existe relación, pues los dos constituyen factores de aprendizaje. Estos dos tipos de factores, desde mi punto de vista, no están correlacionados, pues una persona que tenga la inteligencia desarrollada no tiene por qué tener gran capacidad memorística.
MOTIVACIÓN.
La motivación se define como aquel estado o disposición del individuo que lo inclina a cierto comportamiento o a la consecución de determinadas metas. (Jiménez 1994). La motivación que aprende el ser humano está en continua reorganización y presenta matices y manifestaciones muy diferentes, en función del aprendizaje y la estructura personal del sujeto, así como las condiciones del ambiente.
La mayoría de las teorías sobre la motivación contemplan el concepto de necesidad. Se entiende por necesidad la discrepancia existente entre la situación real y la deseada, susceptible de ser eliminada o reducida. Por ejemplo, en el caso de la población adulta la motivación para aprender está interrelacionada con la satisfacción de las necesidades, pues se hace patente cuando existe una necesidad insatisfecha. Por ejemplo, cuando una persona adulta piensa que en su pasado no tuvo la oportunidad de aprender porque no existía escolarización y es analfabeto/a, por tanto sabe leer ni escribir, siente la necesidad de aprender a escribir porque no puede firman los documentos necesarios para hacer una tramitación. En este caso esta persona necesita aprender para cubrir la carencia de la lectura. Como este existen otros muchos casos en los que la motivación está interrelacionada con el concepto de necesidad.
Siguiendo con las personas adultas, éstas tienen diversas dificultades para emprender una actividad formativa, como la falta de tiempo, la fatiga o las responsabilidades que tiene, pero si está motivado/da será más capaz de superarlas. Por ejemplo, las personas mayores tienen más dificultad para aprender que un adolescente que esté inmerso en la vida educativa, pero si dicha persona se motiva, se anima a ella misma y piensa que aprender a esa edad es ventajoso, logrará con crecer sus objetivos relacionados con el aprendizaje.
Otro aspecto importante a resaltar en cuanto a este factor de aprendizaje es que la motivación puede ser intrínseca o extrínseca. La primera hace referencia a factores propios de la persona, motivos internos de la propia persona que realiza la acción, por ejemplo destacan como motivos internos la satisfacción personal, la mejor adaptación a los cambios sociales, mayor seguridad en su medio personal, familiar y profesional. Mientras que la motivación extrínseca hace referencia a factores del ambiente, del contexto, del grupo social de una persona… factores externos a la persona que realiza la acción. Entre estos destacan, la promoción social, por ejemplo una persona que le gusta vestir “a la moda” está motivada por factores externos, propios de la cultura en la que vive. Aunque todos los factores son importantes, tanto los externos como los internos, pues constituyen fuentes importantes de motivación. Con relación a su incidencia educativa, hay que anotar que las motivaciones intrínsecas afectan más directamente a la metodología, por ejemplo, la participación en la planificación del proceso formativo, la estimulación mutua. Los motivos extrínsecos se centran en el contenido de los programas y en su funcionalidad.
Una frase importante en relación a este tema “APRENDEMOS EN LA MEDIDA EN QUE ESTAMOS MOTIVADOS”.
La relación que existe entre la inteligencia y la motivación es la misma que anteriormente, pues, junto con la inteligencia, la memoria y la experiencia, la motivación constituye un factor de aprendizaje. Aunque de nuevo llego a la conclusión de que la motivación y la inteligencia no están íntimamente relacionadas, pues no por tener menor inteligencia se tiene menor motivación y viceversa, hay muchos factores que influyen en esta dicotomía.
EXPERIENCIA.
La experiencia según García Carrasco (1991) se trata de un proceso continuo compuesto de hechos y datos que provocan estados emocionales y constructos mentales que afectan a la personalidad y al comportamiento de todo sujeto.
La experiencia forma parte inherente de la persona y se considera un rasgo esencial de la adultez, pues el mayor tiempo trascurrido hace que sea más amplia, rica y diversa que en periodos cronológicos anteriores.
La experiencia es la fuente natural del conocimiento y la forma en que, el ser humano consiguiendo nuevas competencias, actitudes y saberes fruto de sus interrelaciones con el ambiente.
Desde el ámbito educativo hay que hacer hincapié en los conocimientos, aptitudes y habilidades adquiridos a los largo de la vida a través de contextos de educación formal, no formal e informal. La experiencia comprende un eficaz recurso pedagógico.
Los rasgos propios de la experiencia son:
· Fuente natural del conocimiento.
· Proceso compuesto de hechos y datos que provoca estados emocionales y constructos mentales que afectan a la personalidad y al comportamiento.
· Patrimonio personal fuertemente arraigado en relación con el aprendizaje.
· Fuente y recurso para aprender.
· Carácter bipolar, esto se refleja en que por una parte se afirma que cuantas más vivencias haya tenido el sujeto, mayor grado de flexibilidad intelectual y de adaptación posee; y por otro lado se sostiene que la experiencia acumulada genera cierta rigidez intelectual para la resolución de problemas.
· Está estrechamente vinculado con la motivación y la transferencia.
Como conclusión, la inteligencia, la memoria, la motivación y la experiencia están muy interrelacionados, pues los tres constituyen procesos de aprendizaje y son esenciales para que se produzca éste. Además están muy vinculados porque desde mi punto de vista, si una persona está motivada por aprender cualquier cosa, es inteligente y posee una buena memoria, este aprendizaje será más eficaz y rápido. La experiencia también influirá en este aprendizaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario